Por Natalia Benitez
Esta serie de notas procura aportar herramientas para prevenir varios de los peligros a los que se encuentran sometidos los niños, niñas y adolescentes (NNyA) en el uso de las redes sociales. Para ello aportaremos breves y sencillas nociones sobre las actividades en entornos digitales que amenazan su seguridad. El objetivo de la publicación se orienta a facilitar el entendimiento sobre cómo se ponen en práctica estas actividades y con ello procurar generar mayores herramientas para evitar sus consecuencias. En esta oportunidad vamos a conocer en qué consiste el delito de Grooming.
La creciente conectividad junto al acceso masivo a las TIC favorecen el uso de las redes sociales durante las veinticuatro horas, motivo por el cual los NNyA pueden acceder a ellas en cualquier momento del día y, muchas veces, con un control parental difuso. Estas circunstancias hacen del ciberespacio un entorno cada vez más atractivo para quienes cometen delitos y sobre todo con una generación joven, conocida como los y las nativas digitales.
Nuestro sistema penal establece que “…será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma…” (art.131 CP). De su lectura se desprende que este delito debe entenderse como el proceso abusivo realizado con el uso de las nuevas tecnologías, para lograr el contacto comunicacional entre las infancias y adolescencias con un mayor de edad, con el objetivo de obtener material de contenido sexual o erótico. En términos técnicos, se trata de un delito doloso, que en su mayoría prepara otro delito de carácter sexual más grave.
Para que se configure este delito se requiere de los siguientes elementos: que se realice un contacto entre un mayor de edad con un niño, niña o adolescente, por medio de internet, con el objetivo de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de nuestras infancias. Lo grave de este delito es que se caracteriza porque el sujeto activo es una persona mayor de edad que puede fingir o no, tener la misma edad de la potencial víctima; y desarrolla una estrategia a los fines de ganarse su confianza, utilizando identidades que pueden ser falsas o verdaderas. A este sujeto activo se lo denomina Groomer, aunque algunos autores prefieren denominarlo como Pederasta Digital.
El delito posee tres etapas, la primera que consta en el contacto entre el groomer y el niño, niña o adolescente. Durante la primera etapa el groomer, entra en el proceso de recolección de datos, a través de diversos medios, y así gana la confianza del menor. Una segunda etapa, se desarrolla cuando ya tiene confianza con el menor y comienza a solicitar imágenes de contenido sexual o erótico. Y una tercera etapa es la de la extorsión, que se manifiesta cuando el menor se niega a enviar las imágenes, videos, audios que solicita el groomer. En esta instancia es donde el Groomer utiliza la información que recolectó en la primera etapa para amenazar a la víctima y conseguir el material solicitado. En la etapa de la extorsión es cuando el groomer puede consiguir encontrarse con su víctima y asi consumar un delito sexual más grave.
La página https://www.argentina.gob.ar/grooming/que-hacer-si-pasa agrega qué hacer si nos encontramos en alguna de las situaciones descriptas, las replicamos en el afán de contribuir a su difusión:
Con el niño, niña o adolescente:
• Dialogar.
• Evitar avergonzarlo o culparlo para que pueda contar con sinceridad lo que le pasó.
• Evitar interrogarlo.
• Acompañarlo con afecto con el objetivo de protegerlo.
Con los datos intercambiados entre el acosador y el niño, niña o adolescente:
• Reunir toda la información y hacer la denuncia en la fiscalía más cercana.
• No borrar contenido de la computadora o teléfono celular.
• Guardar las conversaciones, las imágenes y los videos que el acosador y la víctima se enviaron porque sirven de prueba. Se recomienda hacer capturas de pantalla y guardarlas en formato digital o impreso.
• Las fotos o cualquier otro material enviado por el acosador para facilitar la identificación de datos útiles en la investigación. Por ejemplo: marca de la cámara, modelo y número de serie, fecha y hora en la que se tomó la foto o el video, la computadora y programas usados.
• Revisar la computadora o teléfono celular usada por la víctima, cambiar las claves de acceso y controlar que no tenga un software malicioso (malware).
• Cambiar las claves de acceso a las redes sociales.
• Limitar la lista de contactos y configurar la privacidad en las redes sociales.
• Hablar con el niño, niña o adolescente sobre la importancia de incluir en la lista de contactos solo personas conocidas.
Con el acosador:
• No denunciarlo en la red social o plataforma web. Si lo denuncias el administrador del sitio web puede bloquear como usuario al acosador. Al ser bloqueado se pierde la información para hacer la investigación y el acosador puede crear un nuevo perfil y seguir acosando a otros niños, niñas y adolescentes.
• No amenazarlo ni enfrentarlo. Si lo haces, se alejará de la víctima y será más difícil localizarlo.
• Denunciarlo en la fiscalía o comisaría más cercana.
¿Dónde puedo pedir asesoramiento?
• Equipo de Niñ@s contra la explotación sexual y grooming. Equipo de Niñ@s es un organismo que asesora y acompaña a la familia hasta el momento de hacer la denuncia. Podés llamar al 0800-222-1717, escribir un correo electrónico a equiponinas@jus.gov.ar o completar el Formulario de consulta confidencial.
• Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), ubicada en Sarmiento 663, 6º piso, CABA. Teléfono (5411) 5071-0040.
y nos recuerda que podés llamá al 137 para pedir más información, asesoramiento o realizar denuncias.
Finalmente, reiteramos que es imprescindible que informemos y eduquemos a nuestras infancias y adolescencias para que estén alertas a cualquier situación que les resulte incómoda o sospechosa. Debemos recordar y recordarles que son siempre las víctimas, aunque les quieran hacer sentir lo contrario, y que es importante denunciar, dado que es una acción que se orienta a acotar el ámbito de acción del groomer. Para cerrar, recordar siempre las recomendaciones generales para prevenir situaciones peligrosas en entornos digitales:
• Verificar los contactos en las aplicaciones y redes sociales
• Configurar la privacidad de los perfiles
• Usar Contraseñas seguras y no compartirlas
• Cuidar la intimidad
• Lo más importante es pedir ayuda y recurrir a un adulto de confianza.